Publicado: Agosto 02 del 2008
Por: Rafael Cruz Vázquez*
Chiapas, cuenta con una superficie forestal de 5 millones 148 mil 104 hectáreas, de las cuales se pierden más de 60 mil hectáreas anuales entre bosques y selvas, lo cual representa un 16.2 % de la deforestación nacional, siendo diversas las causas que originan estas pérdidas, dentro de las que destacan la falta de vigilancia, cambios de uso de suelo, actividades ilícitas y la corrupción.
La entidad desde hace décadas ha sido embestida por la tala clandestina e inmoderada, y en consecuencia un deterioro enorme en su superficie arbórea que representa uno de los importantes pulmones naturales del mundo. Y esto ocurre bajo la complacencia de las instituciones federales y estatales encargadas de velar por el desarrollo y conservación de los recursos naturales, quienes ante tal situación no oyen, ni escuchan el clamor de los Chiapanecos, ni de organismos nacionales e internacionales que luchan por la conservación del medio ambiente, sino al contrario brindan las facilidades necesarias a los depredadores forestales.
La falta de vigilancia, por parte del gobierno federal y del estado, para combatir a los talamontes, hace vulnerable a los bosques de Chiapas, ya que día con día se les facilita la tala ilegal y el tráfico de madera.
No solo se trata de una escases presupuestal, por parte de La federación y el estado, para tener mayor infraestructura material y humana al servicio de la protección ambiental, sino que también se requiere de la aplicación de la legislación en la materia o en su defecto de reformas que se hagan a la misma, de tal forma que no existan limitantes para llevar a cabo actos de autoridad.
Ante tal situación, el gobierno estatal, con previas reformas a su legislación local, y dentro de los convenios de colaboración con el Gobierno Federal, debería analizar la posibilidad de crear “una policía ambiental armada”, que por cierto en algunos países y estados de la República ya existen. Y haciendo una excepción de la austeridad institucional, puede sectorizar parte de la Policía Estatal para tal propósito y capacitar a quienes tengan mejor nivel académico, en acciones de Inspección y Vigilancia Forestal, y en el combate frontal a ilícitos forestales, otorgándole a esta policía de elite ambiental, mejores salarios, para no hacerlos endebles a la corrupción.
De acuerdo a estadísticas de la SEMARNAT en Chiapas, que no son totalmente confiables, en el 2007, autorizó mas 37 hectáreas para cambio de uso de suelo, para la expansión de terrenos agrícolas o para asentamientos de núcleos de población, situación que origina daños a la superficie forestal del estado y al medio ambiente. Por ello, se hace necesario cambiar esta práctica, y optar por la reconversión productiva, estableciendo cultivos que restauren zonas degradadas, y que a corto o mediano plazo generen ingresos al productor, como es el caso de las plantaciones forestales con fines comerciales, que reditúan importantes ingresos.
Habría que preguntarse, qué pasa con las funciones que vienen realizando las dependencias del gobierno del Estado y Federal , encargadas de la Protección Ambiental, como es el caso de la dirección de Protección Forestal del estado, que pertenece a la Comisión Forestal Sustentable del Estado de Chiapas (COFOSECH),y la Procuraduría Federal de Protección al ambiente, la primera funcionando con 15 inspectores Forestales, y la segundo con 26 inspectores Federales, sin embargo es tan constante la tala clandestina, que la misma Delegación en Chiapas de la Cámara Nacional de la Industria Forestal, han solicitado la intervención del estado para frenar este ilícito, que está afectando la economía de sus agremiados por los precios bajos del producto forestal en el mercado negro, lo cual les propicia una competencia desleal, y los más grave, el deterioro del medio ambiente.
Se hace necesario erradicar la corrupción y desconfianza que se viene suscitando en estas dependencias, que por siempre han estado cuestionadas en su actuación, por ello es sugerente que la sociedad participe y denuncie los ilícitos en que incurren funcionarios públicos, desde los titulares de cada una de las dependencias (Protección Forestal del Estado de Chiapas y Delegación PROFEPA) hasta subordinados, para efecto de que la Contraloría General del estado, y la Secretaría de la Función Pública Federal, investiguen sobre el patrimonio actual de estos funcionarios para detectar si han incurrido en desviación de recursos de sus dependencias o han aprovechado los cargos que ostentan para enriquecerse ilícitamente u obtener beneficio alguno.
La corrupción en el sector público, es uno de tantos factores que más lesionan al sector forestal en el país y en el mundo, se entiende por corrupción la utilización ilegal de un cargo público por los políticos o funcionarios para obtener un beneficio propio. En determinadas circunstancias, la corrupción es fácil detectar, pero puede resultar más difícil de controlar y sancionar, porque quienes la cometen tienen más poder político para mantenerse en la impunidad e inamovibles de sus cargos públicos.
Ejemplos claros de corrupción en el Sector Público, son: <>, previa entrega de dadiva alguna al funcionario de la dependencia, por parte del interesado o beneficiario, un caso más a citar, es el
Otro acto de corrupción, se da cuando el funcionario de gobierno tiene conocimiento de que se provocaran incendios en determinado predios forestales, realizado por el mismo propietario o poseedor del recurso maderable, y
En muchas ocasiones, las actividades ilícitas se producen por la incapacidad del gobierno para hacer cumplir la Ley. Dentro de las actividades ilícitas forestales, cometidas por particulares o propietarios de bosques, destacan: <>, aprovechar especies forestales en “Status” o en peligro de extinción, extraer un mayor volumen de madera del autorizado, realizar aprovechamiento forestal fuera de los limites que contempla el respectivo plan de manejo forestal, explotar áreas naturales protegidas, etc.
Como parte de su política ambiental, en el presente año el Gobierno Federal dispuso aplicar recursos de forma sectorial, por la cantidad de 29 mil 802.3 Millones de pesos, lo cual no se ve reflejado en la operatividad de las dependencias del sector, tales como SEMARNAT, CONAFOR, PROFEPA, CONAGUA, etc.
Si eso ocurre en ese nivel, seguirá pasando lo mismo con el gobierno del Estado y los Municipios de la entidad Chiapaneca? ¿Cómo se podría reducir la desforestación en el estado de Chiapas, y fomentar el desarrollo sustentable de sus recursos naturales?, sin olvidar que mas 350 mil hectáreas de Bosques y selvas se pierden anualmente en la República Mexicana, en tanto que a nivel mundial 7.3 millones de hectáreas al año.
*Se ha desempeñado como asesor del Poder Legislativo de Chiapas, asesor de ONG’S y articulista invitado de las Revistas de circulación Estatal y Nacional “Diálogos en el Sur”, “Imagen Política de Chiapas”, y “Quehacer Político”.
laberinto_chis@hotmail.com cruz-vazquez@hotmail.com,
http://www.laberintochiapas.blogspot.com/
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